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10 marzo 2007

Los puntos de los dedos

Entrega a un espectador una baraja cualquiera que esté completa y pídele que la mezcle. Indícale que simplemente piense en una carta mientras mezcla. Extiende las cartas en la mesa cara arriba. Pide ahora al espectador que coloque la mano derecha colgando sobre las cartas con el índice apuntando hacia abajo y que recorra lentamente la extensión de cartas, desde el principio hasta el final, y vuelta al principio. Indícale que cuando llegue a su carta piense: “¡Alto!”, pero que no se pare ni titubee. Antes de que lo haga aléjate un poco de la mesa. Está demostrado que, si el espectador cumple tus órdenes, al llegar a su carta, inconscientemente vacilará durante una fracción de segundo. Desde muy cerca esto no se advierte, pero al alejarte unos pasos, lo verás claramente, de forma que podrás saber en qué zona se encuentra la carta elegida, con un error de cinco o seis cartas como máximo. Vuelve a la mesa, echa un vistazo al grupo de cartas y apréndeselas de memoria. Corta la baraja de modo que el grupo quede en la parte superior y llévate las cartas a la espalda. Al aprenderte de memoria las cartas, olvida los palos y recuerda sólo los números, como si se tratara de un número de teléfono (por ejemplo, 487 - 62). Pregunta cuál es el número de la carta elegida, sácala de la baraja y colócala sobre la mesa, cara abajo. Pregunta cuál es el palo y, para finalizar, muestra la carta.

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